miércoles, 13 de febrero de 2008

Jack merodea entre bestias...

K. Corbain, nunca vio la raya… J. Hendrix la vio muy tarde…J. Morrison (The Lizard King) amaba la muerte más allá de su imagen de ídolo terrenal. Syd Vicious, amaba a Nancy, pero ella sólo buscaba unas cuantas jeringas de más y una portada en la cual aparecer. Courtney buscaba lo mismo, K.C se fue del mundo antes de que ella le quitara su mundo.

“I will never bother you...” K.C.

La raya muchos no la hemos visto, nunca nos dijeron hasta donde iba y donde empezaba. Nunca nos dijeron que se prohibía soñar, pero tampoco sabemos donde nuestros sueños mueren. Nunca vemos que los sueños mueren en silencio y despacio, mueren sin lágrimas, mueren más allá de la despreciable voluntad de soñar. La voluntad puede ser, en muchos casos, nuestra propia mentira de vida, nuestro placebo de triunfo. Falta algo más que voluntad para no ser participe del funeral de los sueños, falta mucho más. Hay que tener la fuerza para destruir contradicciones internas, hay que tener el valor para ir en contra de lo que dicen que esta políticamente correcto, o moralmente establecido. El fin de las ideas se acerca, el renacimiento no parece una nueva opción, sólo se vislumbra la muerte de las ideas, parece que nos tocara legar una retahíla de mentiras a nuestros herederos.

Las ideas no deben morir, deben marcar la ruta hacía un nuevo mundo. El neoliberalismo y el capitalismo; son bestias que empiezan cojear torpemente, y en ese caos que empieza a armarse, muchas naciones empezaran a ser arrastradas hacia la miseria, la caída de las bestias sea inevitable y las nuevas ideas nos salvaran de que el golpe no sea tan desastroso. No dejemos que nos arrastren hacía el averno…

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