Redundante cantidad de placer contenida en un mismo recipiente. Tejido vivo que expresa alegría; cada suspiro es una porción inimaginable de energía sexual que sale de si. Oh!!!, Jack, vuelve....., vuelve la vulva, la vulva del mal?, algún prototipo gótico que brota de los monos, que se balancean sobre el recipiente de cristal.
Te miro, me miras, calida complacencia de lo que se prevé que pueda ocurrir, ningún paradigma, ni regla socialmente adquirida permitiría, la no percepción del deseo, que carcome a su misma esencia de necesidad.
Baile, en un rió de sudor titánico, mucosidad pegajosa que excita el carácter prohibitivo del ser; ¡Espera! ahí estas, provocativa, exquisita, complacencia digna del Valhala, por que te vas, con el ¡NO!, Vulva, perdón vuelve.
Luego, solo soy un mico, que danza encima de elefantes aristócratas, banana espacial, atorada en un valle sin fin.
Te miro, me miras, calida complacencia de lo que se prevé que pueda ocurrir, ningún paradigma, ni regla socialmente adquirida permitiría, la no percepción del deseo, que carcome a su misma esencia de necesidad.
Baile, en un rió de sudor titánico, mucosidad pegajosa que excita el carácter prohibitivo del ser; ¡Espera! ahí estas, provocativa, exquisita, complacencia digna del Valhala, por que te vas, con el ¡NO!, Vulva, perdón vuelve.
Luego, solo soy un mico, que danza encima de elefantes aristócratas, banana espacial, atorada en un valle sin fin.
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