Mentira

Enclaustrado en un sinnúmero de farsas, viviendo el día D como si esperara un mañana sin paz anunciada. Colmado de sensaciones e ideas incompletas, satisfecho con el minuto que acababa de pasar, pero asustado con los siguientes sesenta segundos. Volviendo del mañana, con compromisos inconclusos, resultados especiales, mediciones bizarras, notas sin fondo.
Engendro del sistema, mentira de la vida, tragándose los símbolos, y desviviendo el pasado. Reunido alrededor de una falacia, conviviendo con extrañas ideologías, sólo se encuentra cuando lograr conjugar el pasado, mucho antes de haber nacido en la sociedad de lo no-muertos.
La anarquía es un estado de la mente que no acepta ataduras convencionales, es un silogismo que se deduce de dos palabras: “ausencia”, “público”.
Quien nos ha robado el aire, quien nos puso las cadenas invisibles, quien decide por nosotros, en que mentira nos sumergen cuando nos dirigen, en que mentira vivimos.
¿Cuando veremos la vindicta pública de los que nos oprimen?
La supresión del sistema ha superado el entendimiento conceptual de la misma, ha traspasado nuestra conciencia más allá de lo que creemos moralmente correcto. Nos encierran en números, nos inscriben en tablas, nos dan podios si “triunfamos”, y nos arrojan al olvido si “fracasamos”. Somos los malditos desechos de una sociedad que nunca había estado tan desordenada, somos el resultado de un gran número de pruebas Político-económicas, somos la decepción de nuestros ancestros, somos la basura atómica de miles de guerras, somos seis mil millones de lobos esteparios en vía de extinción, somos una pregunta antediluviana con respuesta posmodernista.